con la simple acción de respirar...

Mantenerme en el momento presente, y observar todo lo que este universo nos brinda, segundo a segundo, día a día ...

¡Respira! ¡siente como fluye la vida!

sábado, 5 de junio de 2010

Entrenando la vista



Análisis de la postura corporal e identificación de la respiración.


Pues bien, después de la teoría aquí va la práctica, esta semana mí tarea fue observar a las personas que me rodean en mi continuo transitar por la ciudad de México, analizar su postura, identificar su respiración y crear una hipótesis del porque de estas particularidades, cosa que comencé a hacer, he inevitablemente se traslado a todos los lugares por donde mi continuo devenir me llevaba, incluso el metro, observar a las personas casi como radiografías andantes e intentar explicarse el porqué de su forma y composición, escuchar el diálogo de los cuerpos, fue apasionante, enriquecedor y un tanto frustrante. Sobre todo al percibir la respiración, en la mayoría de los casos me fue difícil, identificarla con claridad. Vamos a un lugar en específico donde realicé la practica; el centro comercial “Plaza Delta”.


En este lugar, donde transitan, personas de todas edades, géneros y velocidades, pude tener la oportunidad de hacer mi análisis con algunas ventajas de tiempo, pues aquí ¡las personas se detienen a mirar los aparadores! Y esto me daba algunos segundos más, bien comencemos;

El primer sujeto, era una mujer 30 y tantos años, parecía una mujer atlética, su pelvis estaba en ligera antero versión (llevaba tacones, lo que pudo ser la causa), sus omóplatos en protracción, (parecía estar esperando y sus brazos estaban cruzados) su respiración fue difícil, creo estaba en la parte superior del pecho, pero era ligera y no logre llegar a una certeza.

El segundo era un hombre de alrededor de 50 ó 55 años era robusto, su pelvis estaba completamente en retroversión y sus omóplatos en protracción (la imagen de la columna en C), y no me fue posible identificar la respiración ¡era tan tenue que me fue imposible!

Y bien mi teoría es, que un hombre con todos los preceptos sociales, nunca tendría su pelvis en anteroversión, (lo que comúnmente llamamos sacar las nalgas), esto llega a tal exageración que se convierte en lo contrario, metiéndola la pelvis más allá de la postura neutra; y lejano a su propio cuerpo, pasa demasiado tiempo sentado, en lo que él siente como una postura cómoda, y de poco esfuerzo, colocando su columna en forma de “C” venciendo y desalineando la estructura natural de la misma, además de tener sobre peso produciendo una respiración superficial.

El tercer sujeto fue un niño, siete u ocho años, su pelvis caía en neutro mientras que sus omóplatos descendían relajados en retracción, se movía demasiado por lo que no logre percatarme de la ubicación de su respiración, aunque imagino involucraba varios planos además de ser profunda, un cuerpo que mantiene su equilibrio natural, no tiene restricción alguna para que esto suceda.

Había una chica, unos veinticinco años, su pelvis caía neutra, mientras sus omóplatos estaban en protracción con campaneo externo, ella parecía practicar algún deporte, por lo que creo que el músculo serrato mayor era muy fuerte y provocaba esta alineación en los omóplatos.


Algo no tan alentador, fue darme cuenta de la mala postura de los habitantes de esta ciudad, la mayoría estaban en una permanente C, no importando edad, estatura, genero o clase social, además de darme cuenta de su relación intrínseca con el medio, como por ejemplo; los diseños anti-ergonómicos de los asientos del transporte público, como en el metro, ó la cero importancia que se le da a la inteligencia corporal y su relación con todo lo que hacemos y somos, no ayuda en nada a las espaldas mal alineadas de miles y tal vez millones de personas que componen esta ciudad.

Observar, escuchar, analizar., comprender la morfología de los seres humanos, entender lo determinante del entorno, el modus vivendi, las emociones que experimentan en ese momento en particular, realmente eran cuerpos que hablaban, que me contaban la historia de una vida.


1 comentario:

  1. Adriana,
    me encantó tu entrada. Me dio risa como dices que "escuchar el diálogo de los cuerpos, fue apasionante, enriquecedor y un tanto frustrante", coincido contigo en todo lo que mencionas y parece inevitable que después de observar la actitud corporal de quienes nos rodean podamos percibir la atmósfera tanto física (asientos NO-ergonómicos) como mental que conlleva a esa postura.

    Muchas veces nuestro trabajo es de hormiga, poco a poco llevar al alumno al estado de resilencia de un niño, acompañar a la persona a remover sus patrones corporales desfavorables.

    Salud,

    Candia *

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